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21 de octubre de 2022

CIDE HAMETES N.º 7

 ¡¡Holaaa!! ¿Qué tal todo?

Comienza para mí un cuarto curso como directora de mi cole (¿¡el cuarto ya!?). Me gustaría compartir con vosotros una entrevista que me ha hecho la revista de divulgación educativa CIDE HAMETES, en las que he hablado de educación, liderazgo, competencia digital... Un poquito de todo. 

Lo que sí he sido, es muy sincera.


Espero que os guste y no dudéis en dejarme vuestra opinión en comentarios.

Un abrazote.

6 de diciembre de 2020

Directora novata nivel A2

Hacía tiempo que no escribía en el blog como Directora Novata y tenía muchas ganas acumuladas. Son muchos los pensamientos y reflexiones que me hago sobre este cargo que me encantaría compartir con vosotros y que, si me permitís, iré haciendo cada X tiempo.

No sé si os llegué a contar que durante este curso hemos estrenado un cole nuevo... Sí, nos hemos trasladado a unas nuevas instalaciones y esto es un lujo. Un lujo que ha sido muy difícil de gestionar, la verdad.


El final del trimestre, aunque esperanzador por ver que las estadísticas en cuestión de contagios y fallecimientos había mejorado, también fue muy muy muy estresante. Compartí mi experiencia en el podcast "Píldoras de educación" de David Santos, director de un cole de Madrid que os recomiendo, donde varios directores explicaban la situación que se vivía en sus coles.

A final de agosto (muy al final ya, el 27) comenzó el traslado al nuevo centro con la urgencia de que el 8 de septiembre (en un principio) comenzaban las clases y con la premura de que en el centro nuevo no había absolutamente NADA. Unas maravillosas instalaciones sí, pero vacías. 
Comenzó la mudanza, la puesta en marcha de los diferentes servicios, la llegada del nuevo mobiliario,... un montón de asuntos de los que todavía no me he liberado, por todo lo que queda pendiente. Imaginaos este inicio de curso atípico por la situación sanitaria, sumándole este cambio tan drástico (hasta en la prensa local me hicieron una entrevista sobre el traslado al nuevo centro).

En mi localidad, las clases presenciales, finalmente, comenzaron el 8 de octubre con la inseguridad y la incertidumbre de cómo iría todo, pero con la ilusión de poder ver a los niños cara a cara (todos estábamos ya un poco desmotivados de las clases telemáticas, la verdad).

Y aquí estoy, tres meses después y siento que es ahora cuando estoy empezando a ser YO de nuevo. En estos meses no me encontraba (lo digo en serio); no me sentía YO. Atender todos los asuntos que han rodeado al nuevo cole con todas las piedrecitas que nos hemos encontrado por el camino, toda la situación sanitaria generada por la COVID, la responsabilidad del equipo directivo, mis clases,... el precio ha sido alto: me ha costado durante estos meses perder mi paciencia, mi buen humor y mi sueño. Pero llevo unos días que noto que vuelvo a encontrarme a mí misma y reconocerme. Voy sacando la cabecita...

No es que yo sea una más de los Morancos, pero suelo hacer muchas "tonterías" para echarme unas risas con los demás y me suelo reír de todo. Pues nada, no lo hacía. Todo era trabajo, trabajo y trabajo (pero trabajo del serio). Tenía un humor de perros y la paciencia ya no existía en mí. 


Por supuesto que no todo ha sido malo, también hemos tenido muchos éxitos en el centro durante estos meses: proyectos concedidos, adquisición de recursos, consecución de objetivos, el estreno de un cole con todo nuevo,... Hemos vivido experiencias muy bonitas, emotivas y maravillosas. Nadie tenía la culpa de mi mal humor, era yo la que creé esa situación en mi interior, no sabiendo gestionar bien el estrés.

Pero quiero sacar la parte positiva de todo esto (que la tiene) y es que he aprendido MUCHO. Mucho, no; MUCHÍSIMO. 

He aprendido cómo realizar muchos nuevos trámites como directora; he aprendido a relacionarme mejor con las administraciones y organismos educativos (tarea importante en la dirección); se ha ampliado mi visión como docente y he aprendido a observar y analizar la situación de un centro educativo de forma objetiva comprobando que la implicación de los demás crece cuando creas oportunidades y espacios para ellos; he conocido mejor a las familias de mi centro, ya que estas situaciones de clases telemáticas han aumentado la comunicación entre docentes y familias; y me he conocido más a mí misma en esta situación extrema. He reflexionado mucho sobre ello:


Como directora novata de nivel A2 (he aprobado el primer curso, aunque por los pelos, por eso he subido de curso), puedo confirmar que me queda muchísimo por aprender. Cada día es un aprendizaje. 

A final de septiembre tuve la suerte de participar en este coloquio sobre cómo dirigir un centro educativo junto a otros compañeros a los que admiro mucho y que transmiten ilusión. Os recomiendo la charla educativa que se creó dirigida por Ingrid Mosquera, acompañada de este ARTÍCULO:


Ahora que estoy "un poco" de vuelta, quiero contaros que, aunque mis compañeros del cole me han dado este premio por el Día del Maestro:


Estoy sacando un poquito de tiempo para volver a "crear" (algo que siempre me ha llenado de ilusión) y junto al EQUIPO FLE estamos preparando un material para NOËL que pronto publicaremos y que os va a encantar.



¡Gracias por leerme! Sois mi terapia.

¡¡Ah!! Y que el buen humor no se pierda nunca.





6 de abril de 2020

Directora novata en un curso difícil


Querido destino:

Inicié mi camino como directora en julio de 2019 con varios problemillas que suelen surgir cuando entras "removiendo la tierra" y poniendo como primer objetivo la transparencia (problemillas de gestión que ahora veo sin importancia).

Llegamos a septiembre con muchísima ilusión y muchas ganas de emprender por y para nuestro colegio, pero nos traes un comienzo de curso complicado por la zona del sureste: la Dana arrasa toda esta zona dejando cientos de destrozos, evacuados y pérdidas personales. Afortunadamente, nuestro cole no sufre daños, pero la preocupación por nuestros vecinos nos pone manos a la obra e intentamos ayudar en lo que pudimos. 


Cuando empezamos a comentar que "¡Vaya inicio de curso!", nos traes la mayor de las desgracias que pudimos vivir: la pérdida de nuestro querido alumno Adrián, de 4 años (¿cómo pudiste hacer algo así?). Inexplicable el dolor que nos causaste a todos. 

Y saco fuerzas de donde no sabía que tenía y comienzo a hacer llamadas y llamadas para poder conseguir la ayuda que necesitamos. Y nos la dan: la Consejería de Educación nos ayuda con expertos para hacer un intento de sobrellevar el duelo de la mejor forma posible.

Y seguimos y luchamos para que la vida de nuestros alumnos no sufra ningún trauma, dando apoyo a mis maestros para que se encuentren acompañados (que no tristes). Y lloro en casa y me hago la fuerte en el colegio. Y hacemos lo necesario para que la vida del centro vuelva a lo que era (aunque sin Adrián no lo sería nunca...). Y seguimos y avanzamos.

Ponemos por delante todos los objetivos que nos planteamos como nuevo Equipo Directivo y vamos a por ellos. Lo intentamos y retomamos fuerzas.


Proyecto de innovación educativa, Plan de Acción para la Mejora de los Centros Educativos (PAMCE), programas educativos otorgados por la Consejería,... Vamos dando pasitos, mejorando el ambiente de convivencia escolar y sintiéndonos más unidos, aunque siento que la vida me va muy deprisa y que me faltan horas al día para hacer todo lo que me propongo (y todo lo que me viene solo).

Comienza un nuevo inspector en mi zona, una persona competente y de la que estoy aprendiendo mucho, pero que, al mismo tiempo, nos pone "patas arriba" indicándonos aspectos que no se hacen bien. Nos ponemos a mejorarlos. Los tres miembros del equipo directivo tenemos (¿la desgracia?) de ser personas a las que les gustan las cosas bien hechas y nos esforzamos en ello.

Días y días (uno detrás de otro), mañana y tarde, sin parar ni los fines de semana. Pero no me importa, nunca me ha dado miedo echar horas, no me duelen (aunque el cuerpo se resiente).

Mi problema de insomnio vuelve. Día y noche pensando en el colegio. Por primera vez en mi vida se me diagnostica ansiedad. No sabía ni lo que era... Es un término que se utiliza habitualmente, pero no sabía qué se sentía. Empiezo a entenderla: la ansiedad es querer correr demasiado, es ver a tu mente correr más que tu vida y tu cuerpo te avisa de que debes parar. Me empiezo a mirar por dentro y comienzo a entenderme: soy una persona ansiosa por llegar a donde quiero. Quiero ver a mi cole recorriendo ya el camino pensado para él, quiero llegar a ser la maestra con la que sueño, quiero dirigir mi cole de la forma más eficiente, etc. (incluso, a veces "quiero, quiero", pero no sé ni lo que quiero).

Empiezo a trabajarme mentalmente todo esto, pero sin parar ni un momento. Sigo y sigo, con la gran compañía de mi equipo y de nuevo cogemos velocidad. Todo sigue su curso y nos llegan nuevas alegrías. 


Se empiezan a dar unos meses en los que el aprendizaje es mayor que en muchos años consecutivos. Aprendo de cada situación: normativa, gestión de centro, interrelaciones, más empatía,...

Y van dándose muchas decisiones importantes, muchos cambios, mucho entusiasmo, muchas ilusiones, muchas propuestas, mucho trabajo,... y llegas, destino, y nos pones delante la mayor crisis sanitaria de la historia moderna. 

¿Y qué te puedo decir ya, destino? Que no me da miedo nada, que me espero cualquier cosa, que aquí nos tienes y que no nos rendimos (aunque mis fuerzas actualmente estén debilitadas).

Solo te pregunto algo: ¿cómo será todo a partir de ahora? Espero que todo esto esté sucediendo para que, cuando pisemos la calle, seamos mejores.

Este confinamiento y la organización de un centro a distancia está calando en nosotros, poniéndonos barreras que estamos saltando y muros que estamos derribando. Pero... ¿sabes lo que me preocupa? Que no recuperemos la libertad que antes teníamos. Esa libertad que no apreciábamos como un bien valioso y que ahora todos añoramos. La libertad de salir y moverme por el mundo, de abrazar a aquellos que quiero y de sentirme cercana a "él" (hasta a 8000 km de distancia). 

Hacía tiempo que no sentía tanta incertidumbre y no sé cómo tomarme esta situación. No es un momento de parón y de descanso, porque estoy currando todavía más horas de las que echaba antes; no es un momento de reflexión porque la preocupación me invade la mente; no es un momento de afianzar las relaciones familiares, porque me ha pillado sola en casa. No sé... lo tomaré como una bajada de marchas, poco a poco iré bajando de quinta a cuarta, de cuarta a tercera, y así sucesivamente, para quedarme en una marcha con la que poder convivir y que me permita disfrutar de todo (a veces, si vas muy deprisa, te pierdes cosas).

Cuando esto termine solo espero que nada cambie y que todo mejore, al mismo tiempo. Difícil mi incongruencia, ¿verdad? Anhelo la libertad de siempre, pero sin que se nos olvide que la vida es frágil y que no somos invencibles. 

7 meses de curso como directora novata, ¿solo 7 meses? 
Parecen años y años de aprendizaje.


15 de marzo de 2020

Un café con Rosa Liarte


¡Hola profes! 

Os contaré una breve historia: había una vez una maestra de Francés que sintió la necesidad de empezar a hacer cosas "distintas" en el aula y así lo hizo. Empezó de una forma muy sencilla, pasó a otras cositas más arriesgadas y se topó a través de las redes sociales con una profe de historia que captó su atención. 

Esa profe era Rosa Liarte y recuerda perfectamente la entrada a su blog por la que la descubrió: https://rosaliarte.com/motivar-alumnado-post-it-google-drive/

Desde entonces la sigue y aprende de ella, al igual de este gran claustro virtual que se mueve por las redes sociales y blogs educativos. 

Hoy puedo compartir (con mucha ilusión) este proyecto que lleva a cabo: CAFÉ CON ROSA LIARTE, donde en este segundo episodio de podcast se toma un café conmigo (¡¡síííí!! ¡¡conmigo!!). 



Por la situación en la que todos nos encontramos, cualquier forma de entretenimiento casero nos viene bien a todos, así que comparto los enlaces donde podéis escucharlo.

👂 Apple Podcasts 👂

👂 iVoox 👂

👂 Spotify 👂

👂 Spreaker 👂



Ánimo a todos, que saldremos de esta.

¡Un besete gigante! (ya sabéis dónde estoy si me necesitáis).


30 de enero de 2020

Todo cambia según el punto de vista desde el que mires

¿Quieres conocer la historia de Adrián? Lee aquí.


Gracias a Sergio Duce ❤️.

20 de octubre de 2019

¿Cómo debe ser un buen director o directora?


¿Qué cualidades debe tener un buen director o directora? 

Pufff... He leído muchos artículos en los que se hacían esta pregunta tan difícil de responder y aún así no tengo clara la respuesta. Hay capacidades o cualidades que para mí son imprescindibles, como empatía, humildad, capacidad de trabajo en equipo, serenidad, liderazgo, visión global, carisma, firmeza, buen comunicador (y buen "escuchador"), inspirador, soñador y motivador. 

Yo no soy todo eso. Aspiro a ello, pero aprendo cada día a ser mejor. Analizo mis reacciones, mis actuaciones, mi comportamiento en general y hago un "informe de error" con propuestas de mejora. No soy dura conmigo, no os equivoquéis; pero sí intento evolucionar y ser consciente de ello.  
think

En mi opinión, un verdadero buen líder de un centro educativo debe:

- guiar con el ejemplo,

- ser creativo para gestionar un centro de la forma más óptima con los pocos recursos que cuenta,

- ser extremadamente ordenado porque son numerosísimos los campos y asuntos que debe controlar,

- ser muy paciente

- y debe ser buena persona

¿Buena persona? Sí. Tal cual. Un director o directora tiene que tener la capacidad de servir a los demás a través de la generosidad. El trabajo que se realiza siempre debe ir enfocado a mejorar el cole, pero eso repercute directamente en ayudar a los demás y en mejorar la vida de toda la comunidad educativa. 

Con tan solo unos meses en el cargo, os aseguro que por el despacho han pasado ya muchas situaciones personales difíciles de creer y de gestionar; situaciones que el Equipo Directivo debe afrontar con asesoramiento de otros expertos, pero que al final son situaciones en las que estamos "solos ante el peligro" y nadie nos asegura que el camino elegido sea el más adecuado. No hablo de hacer cumplir la normativa, hablo de aspectos emocionales, personales o familiares. Y, como no hay una única respuesta correcta, tenemos que asumir riesgos y debemos apostar al 100% por la decisión elegida. 

Por ello, es imprescindible afrontar todo esto desde el punto de vista de la bondad (y objetividad), porque tratamos con PERSONAS.

En lo organizativo, un director debe tener una energía inagotable y un sentimiento de lucha incansable, porque nos obligan a ello. Si te rindes, pierdes. Debes perseguir mucho las cosas.

Las cosas no cambian por casualidad.

Pero, este camino es imposible hacerlo solos. Un colegio necesita a docentes implicados que quieran seguir aprendiendo y mejorando con la ambición suficiente para continuar la línea que marca la sociedad y crecer junto a ella (y junto al centro). El conformismo o inmovilismo debe desaparecer de los centros y da igual el tipo de centro que seas o el papel que ocupes.

¡Seguimos!

Workin It

7 de agosto de 2019

Directora novata


Estreno sección y la he querido llamar DIRECTORA NOVATA (sí, porque me siento una auténtica novata).
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Puede que haya formado parte del Equipo Directivo durante ocho años en los que ejercí como Jefa de Estudios, pero para este papel hay que aprender a andar de nuevo. No digo que no me hayan servido estos años como experiencia (por supuesto que no), pero es un nuevo puesto que me genera sensaciones distintas.

Con tan solo cuatro días sentada en esa silla, me aventuré a comentar algunos consejos para otros Equipos Directivos (podéis echar un vistazo al hilo que redacté en mi cuenta de Twitter donde participaron otros docentes. Su participación fue realmente estimulante). Sobre ello quiero reflexionar hoy, sobre eso y sobre todo lo que me pasa por la cabeza en estos momentos.


Cuando entré al Equipo Directivo como Jefa de Estudios, tan solo llevaba como docente 4 años y llegué al puesto sin saber bien dónde me metía. Ese año hubo una jubilación y me incorporé a un equipo que ya estaba formado con anterioridad. Tardé varios años en darme cuenta de que ése no era el tipo de equipo que un colegio necesita. Un centro necesita un equipo unido, con la misma visión educativa y sin funciones definidas¿Por qué? Porque el trabajo de un Equipo Directivo es demasiado trascendental para toda la Comunidad Educativa. Las personas que lo componen deben convertirse en una, deben mirar hacia la misma dirección y con un mismo objetivo, aunque si es con diferencia de caracteres y distintas opiniones, mejor aún; así es todavía más enriquecedor para un centro. 

Desde hace un par de cursos tenía claro que algo debía cambiar. Me planteé si continuar en ese puesto y formar mi propio Equipo Directivo o volver a mi aula (donde también soy superfeliz), pero hasta que no llegó la fecha de la convocatoria para el nombramiento de directores, no lo tuve claro al 100%. ¿Por qué continué? Porque todavía tengo muchísima ilusión, sé que con ganas se pueden hacer muchísimas cosas por el cole y porque realmente me gusta este trabajo. En mi papel de docente, influyo en la vida de mis alumnos y puede que en la de algunos compañeros y familias. Pero desde el despacho de un centro educativo tienes la oportunidad de llegar MÁS LEJOS: puedes mejorar las cosas desde dentro, representar a tu centro en la lucha por avanzar y lograr cambios, puedes ayudar a todas las familias, a todos los docentes,... cada paso que das no es para ti. Cada paso que logras es para todos. 

El 1 de julio de 2019 se inició una nueva etapa en mi vida. Entré a las 9 de la mañana en ese gran cole junto a Toni y Cristian, dos personas con las mismas inquietudes y motivaciones que yo. Emprendedores, profesionales y trabajadores. No puedo estar más contenta. Todo empezó en ese momento... fue mágico. 

Julio ha sido un mes de muuuucho trabajo (¡ambos habéis currado como jabatos!) poniendo en orden documentos, despachos, rincones del cole, horarios, expedientes,... todo lo que tiene un mes de julio sumado a la ilusión y ganas de esta nueva etapa.



Se nos ha pasado volando el mes y se han quedado muchas cosas por hacer para septiembre. Hemos terminado agotados (o por lo menos yo). Tengo que asumir que no puedo correr tanto, no puede arreglarse todo en el primer claustro (como me dijo Salva B.). Debo autogestionarme. Parte del "problema" es mi personalidad: quiero llegar a todo y me exijo demasiado, pero como me aconsejó mi amigo Toni Bernabeu: "ahora toca tener mentalidad de corredor de fondo, no te desgastes en un spring inicial". Muy cierto (aunque Toni, tenías que verme a mí en las competiciones, ¡lo doy todo!😂).

La emoción del momento te lleva a querer hacer todo ¡YA!, pero no es lo adecuado. Así las cosas no se hacen bien. Poco a poco es la estrategia correcta. ¿Primer consejo? Crear un calendario de actuaciones. Es necesario realizar una reflexión de la situación en la que se encuentra el centro: debilidades, fortalezas, amenazas y oportunidades (os recomiendo realizar el ANÁLISIS DAFO), y partir de ellas. Ese calendario de actuaciones debe ser realista y tangible. 

En esta reflexión, junto al análisis DAFO, es importante conocer la opinión de todos los componentes de la Comunidad Educativa: maestros, alumnos, familias y personal no docente. Esa información es muy valiosa. Es difícil "contentar" a todos, pero hay que tener sobre la mesa todas esas perspectivas para tener una visión globalVisión global... me encanta ese concepto: VISIÓN GLOBAL. Es de las cosas más importantes en el cargo de Dirección. La visión global es dejar de trabajar para uno mismo, conforme a sus gustos, creencias y opiniones. Sino, trabajar por y para todos.

Todo ello hay que hacerlo EN EQUIPO. ¿Y qué es equipo? Hace dos meses definí lo que era para mí esta palabra y lo hice pensando en ellos, en mi equipo: 



Equipo es cooperación. 
Es ayudar al otro sin que pida ayuda. 
Es tener el mismo objetivo y luchar por él juntos.
Es conocerse tanto que no haga falta hablar. 
Con una mirada es suficiente.
Es comunicación y unión. 
Es conocernos en los peores y mejores momentos y seguir con el mismo respeto y cariño de siempre. 
Es comprensión.
Equipo es tener opiniones distintas, escucharlas, llegar a un acuerdo y defender esa decisión siempre ante todos. 
Es animarnos. 
Equipo es dejar soñar al otro y acomodarle la almohada para que siga soñando. 
Es meterse en el mismo sueño.
Es "levantar" cuando uno se cae y "sentar" cuando uno esté levantado demasiado. 
Es decir la verdad. 
Es defenderse. 
Es no sentirte solo. 
Es dar espacio.
Es entusiasmar y motivar al otro. 
Es familia. 


Y con esto me quedo, con la importancia de formar un buen equipo como punto de partida para cualquier centro. 

Nosotros estamos en ello. Ellos se apoyan mucho en mí, al ser yo la persona que tiene más experiencia en el cargo, pero, ¿os cuento un secreto? La que se apoya en ellos soy yo, porque todo parte de aquí. De ellos. Del EQUIPO. 

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