6 de abril de 2020

Directora novata en un curso difícil


Querido destino:

Inicié mi camino como directora en julio de 2019 con varios problemillas que suelen surgir cuando entras "removiendo la tierra" y poniendo como primer objetivo la transparencia (problemillas de gestión que ahora veo sin importancia).

Llegamos a septiembre con muchísima ilusión y muchas ganas de emprender por y para nuestro colegio, pero nos traes un comienzo de curso complicado por la zona del sureste: la Dana arrasa toda esta zona dejando cientos de destrozos, evacuados y pérdidas personales. Afortunadamente, nuestro cole no sufre daños, pero la preocupación por nuestros vecinos nos pone manos a la obra e intentamos ayudar en lo que pudimos. 


Cuando empezamos a comentar que "¡Vaya inicio de curso!", nos traes la mayor de las desgracias que pudimos vivir: la pérdida de nuestro querido alumno Adrián, de 4 años (¿cómo pudiste hacer algo así?). Inexplicable el dolor que nos causaste a todos. 

Y saco fuerzas de donde no sabía que tenía y comienzo a hacer llamadas y llamadas para poder conseguir la ayuda que necesitamos. Y nos la dan: la Consejería de Educación nos ayuda con expertos para hacer un intento de sobrellevar el duelo de la mejor forma posible.

Y seguimos y luchamos para que la vida de nuestros alumnos no sufra ningún trauma, dando apoyo a mis maestros para que se encuentren acompañados (que no tristes). Y lloro en casa y me hago la fuerte en el colegio. Y hacemos lo necesario para que la vida del centro vuelva a lo que era (aunque sin Adrián no lo sería nunca...). Y seguimos y avanzamos.

Ponemos por delante todos los objetivos que nos planteamos como nuevo Equipo Directivo y vamos a por ellos. Lo intentamos y retomamos fuerzas.


Proyecto de innovación educativa, Plan de Acción para la Mejora de los Centros Educativos (PAMCE), programas educativos otorgados por la Consejería,... Vamos dando pasitos, mejorando el ambiente de convivencia escolar y sintiéndonos más unidos, aunque siento que la vida me va muy deprisa y que me faltan horas al día para hacer todo lo que me propongo (y todo lo que me viene solo).

Comienza un nuevo inspector en mi zona, una persona competente y de la que estoy aprendiendo mucho, pero que, al mismo tiempo, nos pone "patas arriba" indicándonos aspectos que no se hacen bien. Nos ponemos a mejorarlos. Los tres miembros del equipo directivo tenemos (¿la desgracia?) de ser personas a las que les gustan las cosas bien hechas y nos esforzamos en ello.

Días y días (uno detrás de otro), mañana y tarde, sin parar ni los fines de semana. Pero no me importa, nunca me ha dado miedo echar horas, no me duelen (aunque el cuerpo se resiente).

Mi problema de insomnio vuelve. Día y noche pensando en el colegio. Por primera vez en mi vida se me diagnostica ansiedad. No sabía ni lo que era... Es un término que se utiliza habitualmente, pero no sabía qué se sentía. Empiezo a entenderla: la ansiedad es querer correr demasiado, es ver a tu mente correr más que tu vida y tu cuerpo te avisa de que debes parar. Me empiezo a mirar por dentro y comienzo a entenderme: soy una persona ansiosa por llegar a donde quiero. Quiero ver a mi cole recorriendo ya el camino pensado para él, quiero llegar a ser la maestra con la que sueño, quiero dirigir mi cole de la forma más eficiente, etc. (incluso, a veces "quiero, quiero", pero no sé ni lo que quiero).

Empiezo a trabajarme mentalmente todo esto, pero sin parar ni un momento. Sigo y sigo, con la gran compañía de mi equipo y de nuevo cogemos velocidad. Todo sigue su curso y nos llegan nuevas alegrías. 


Se empiezan a dar unos meses en los que el aprendizaje es mayor que en muchos años consecutivos. Aprendo de cada situación: normativa, gestión de centro, interrelaciones, más empatía,...

Y van dándose muchas decisiones importantes, muchos cambios, mucho entusiasmo, muchas ilusiones, muchas propuestas, mucho trabajo,... y llegas, destino, y nos pones delante la mayor crisis sanitaria de la historia moderna. 

¿Y qué te puedo decir ya, destino? Que no me da miedo nada, que me espero cualquier cosa, que aquí nos tienes y que no nos rendimos (aunque mis fuerzas actualmente estén debilitadas).

Solo te pregunto algo: ¿cómo será todo a partir de ahora? Espero que todo esto esté sucediendo para que, cuando pisemos la calle, seamos mejores.

Este confinamiento y la organización de un centro a distancia está calando en nosotros, poniéndonos barreras que estamos saltando y muros que estamos derribando. Pero... ¿sabes lo que me preocupa? Que no recuperemos la libertad que antes teníamos. Esa libertad que no apreciábamos como un bien valioso y que ahora todos añoramos. La libertad de salir y moverme por el mundo, de abrazar a aquellos que quiero y de sentirme cercana a "él" (hasta a 8000 km de distancia). 

Hacía tiempo que no sentía tanta incertidumbre y no sé cómo tomarme esta situación. No es un momento de parón y de descanso, porque estoy currando todavía más horas de las que echaba antes; no es un momento de reflexión porque la preocupación me invade la mente; no es un momento de afianzar las relaciones familiares, porque me ha pillado sola en casa. No sé... lo tomaré como una bajada de marchas, poco a poco iré bajando de quinta a cuarta, de cuarta a tercera, y así sucesivamente, para quedarme en una marcha con la que poder convivir y que me permita disfrutar de todo (a veces, si vas muy deprisa, te pierdes cosas).

Cuando esto termine solo espero que nada cambie y que todo mejore, al mismo tiempo. Difícil mi incongruencia, ¿verdad? Anhelo la libertad de siempre, pero sin que se nos olvide que la vida es frágil y que no somos invencibles. 

7 meses de curso como directora novata, ¿solo 7 meses? 
Parecen años y años de aprendizaje.


17 comentarios:

  1. Te quiero mucho, y estoy súper orgullosa de tenerte a mi lado,😍

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  2. Muchísimo ánimo, Noelia. Me quejo por tener que teletrabajar con mi hija de 7 y mi hijo de 5: no te permiten hacer todo lo que quieres con el alumnado y el teletrabajo no me permite atenderlos como debería. Pero es peor estar sola por no tener a nadie a quien abrazar o a quien consolar. Te mando un abrazo enorme, deseando también que bajes alguna marcha por tu bienestar. Siempre me he preguntado de dónde sacas tiempo. Courage !

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    1. Para todos son momentos complicados, cada uno en su circunstancia. Muchas gracias por tus ánimos. Te mando toda la fuerza y energía que puedo. 😘😍

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  3. Bonjour, mi nombre es Luis soy profe de francés en primaria como tú y aunque no soy de tu cole, quiero dejarte este mensaje porque... como escribió Frank Herbert,El misterio de la vida no es un problema a resolver, sino una realidad a experimentar y tú vayas si experimentas. Hay algo en nuestra maravillosa profesión de maestros y de maestras que no se aprende en ningún libro, que no se aprende en ningún tutorial de youtube ni en ningún cursillo de formación, ni en ningún supercongreso de profes, ese algo es, la vocación de enseñar, la ilusión por mostrar el mundo, por abrir los sentidos de nuestros chavales y dejarles al final de su etapa escolar, como los pajarillos al borde del nido la primera vez que van a batir sus alas para moverlas en el cielo azul bajo la atenta mirada de sus padres por si algo sale mal.
    La educación es un arte al que los mayores programas informáticos jamás podrán sustituir, porque es el arte de acompañer, de transmitir sentimientos y emociones y eso algo, con tu carta al querido destino, transmites a todos lo que leemos e incluso copiamos de tu maravilloso trabajo en este blog, donde no enseñas tan solo francés, sino que transmites esa ilusión, esas ganas y esa cercanía que toda maestra, todo maestro debemos tener. Gracias por compartir y nunca pierdas las ganas que le pones a las cosas. En el diario de Ana Frank hay escrita esta frase que me gusta mucho y que quiero compratir: ¡Qué maravilloso es que nadie necesite esperar ni un solo momento antes de comenzar a mejorar el mundo! Pues eso, sigue cambiando el mundo desde tu lugar que, si todos ponemos nuestro granito de arena, al final lo conseguiremos y estoy seguro que somos, muchos y muchas los profes los maestros y maestras que lo estamos intentando, Un abrazo.

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    1. Querido (si me permites) Luis: me has emocionado. Me siento muy agradecida de que hayas dedicado un tiempo de tu vida a escribirme este bonito mensaje. Gracias por cada una de estas palabras... ¡Nada! ¡¡Ya has hecho que me salga una lagrimita!! Un abrazo.

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  4. Hola Noelia.
    No te imaginas lo que he sentido al leer tu gran historia. Tristemente también en mi colegio este año hemos sabido lo que es perder a un pequeño de sólo tres años.
    Me gusta cómo eres. Eres guerrera y fuerte. Eres inquieta y valiente. Eres de esas mujeres que mueven el mundo.
    Quiero agradecerte toda la ayuda que, generosamente, me das para mis clases de francés. Yo sólo quiero darte hoy toda la fuerza, el ánimo, las ganas y, sobre todo, la salud que necesitas para seguir comiéndote el mundo y ayudándonos a todos los demás con tu energía.
    Gracias, sigue así.

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    1. Gracias Juan Carlos. Eres muy amable con este bonito mensaje tan lleno de energía y que hace que mis pilas se vayan cargando. Te lo agradezco mucho, de verdad. Un abrazo gigante.

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  5. ¡Hola Noelia!
    Soy Rosa. Tuve la suerte de asistir a uno de tus cursos de formación. Tras leer cómo te encuentras en este momento, casi que me he sentido en la obligación de devolverte un poquito de toda la ilusión y el amor hacia la profesión que nos transmites a los demás. Gracias por ser una fuente de inspiración constante, por tu humildad, generosidad y autenticidad. ¡MUCHO ÁNIMO! De las malas rachas salimos reforzados, después de este bache, serás imparable. Un abrazo fuerte.

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    1. ¡Gracias Rosa! No te preocupes, todo es un aprendizaje. Seguro que cuando termine todo esto, todos habremos aprendido algo. Un abrazo

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  6. Buenos días, Noelia. En primer lugar,mucho ánimo y salud. Y felicitarte por tu labor,tanto en el blog,como por lo que ,entreveo,desarrollas en tu cole.
    Yo también soy director desde hace 3 años,pero anteriormente 20 años de jefe de estudios.
    No corras tanto,aunque es inveitable ser arrastradopor esta corriente de tareas,rquerimientos,burocracias, necesidades,carencias,progrmas,indicadores y criterios de evaluación,leyes, reclamaciones, planes, actividades,conmmeoraciones,familias,curriculum, llamadas,respuestas, correos, redes sociales,cuida tu cuerpo,desganas de otros..
    Te entiendo perfectamente y me veo reflejado en gran parte de lo que describes.
    Déjame que te diga: afloja el ritmo, aflojemos el ritmo entre todos.
    Entre lo importante y lo MUY importante, quedémonos con lo MUY importante.
    Un abrazo y cuídate. Mucha suerte.

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    1. Gracias Diego. Toda la razón, es inevitable evitar la corriente de EXCESO DE TRABAJO que te arrastra. Pero voy a seguir tus consejos. Mil gracias.

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  7. Pepa, desde Huelva8 de abril de 2020, 10:59

    Ánimo, Noelia. Para mí eres una gran ayuda en mis clases de Francés.
    Eres la mejor, pero hasta los mejores necesitan reponerse y descansar.

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    1. ¡Gracias Pepa! Igual que caigo, vuelvo a subir (y si puedo subo más alto ;)). Un abrazo.

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  8. Hola Noelia, espero que hayas repuesto fuerzas en estos días de descanso. Yo también pasé hace unos años por una situación como la tuya: con una Dirección y el estrés que acarrea. Cuando te ves llevando las riendas de un centro, te das cuenta de todo lo que puedes hacer por tu cole, de cómo lo puedes mejorar...Poco a poco te dejas llevar por esa corriente, la burocracia te arrastra y los problemas que surgen a diario en un centro se van sumando. Llega un momento en el que te faltan las fuerzas, porque querámoslo o no, estás sola; aunque tengas a tu lado a tu equipo directivo. A día de hoy, solo te digo que te tomes las cosas con calma, delega trabajo, mira por tí que nadie lo va a hacer y da pequeños pasitos, que tus compañeros/as puedan disfrutar de ti más tiempo y los/as que te leemos por aquí también.
    Un abrazo.

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    1. Gracias Rafi. Se nota que en tus palabras hay experiencia. Has dado en el clavo. Te agradezco mucho este mensaje. Un abrazo.

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